María Soledad Moral Santa Cruz, “la Navarrilla”, era hija de Patricio Moral Santa María y de María Nieves Santa Cruz Pico. Nació en el barrio de Mamariga, Santurtzi, el 31 de diciembre de 1882. Parte de su familia procedía de Navarra por lo que ella y sus descendientes fueron conocidos como “los navarrillos”.
De su matrimonio con León Aureliano Gutiérrez, y tras irse a vivir a Portugalete, tuvieron 7 hijos: Antonio, Patricio, Mari Nieves, María, Laura, Aurelio y Miguel. Vivieron junto a la ría donde María Soledad ejerció de pescatera y varios miembros de su familia tuvieron oficios ligados al mar y a la pesca.
Según varios informes, María Soledad participó activamente en Portugalete durante la revolución de octubre de 1934. Así, en su ficha política se la define como “persona alborotadora, que incita a sus hijos a provocar altercados con las fuerzas del orden”.
Dos de sus hijos, Patricio y Antonio, estaban afiliados al Partido Comunista.
“Los que tenían vinculación política eran mi aita y mi tío Antonio que pertenecían al Partido Comunista, al Socorro Rojo, y mi aita formaba parte con otras ocho personas de Portugalete del Sindicato de la UGT de Marinería”.
Durante los bombardeos de junio de 1937, se refugia junto a su hija María en Guriezo (Cantabria), siendo acogida por su familia materna. Allí serán detenidas tiempo después, les requisarán sus pertenencias y serán retenidas en el convento de las Hermanas Clarisas. El día de Navidad de ese año, María, su hija, será liberada. María Soledad sufrirá un destino más duro: el penal de mujeres de Saturrarán (Mutriku, Gipuzkoa), donde fue una de las pocas mujeres presas mayores de 55 años. Fue castigada en varias ocasiones por las monjas mercedarias, que se encargaban de la custodia de la cárcel, debido a su negativa a comulgar.
En 1939 sale de la cárcel pero la realidad fuera será igualmente dura: sus bienes han sido expropiados y sus hijos Aurelio, Antonio y Patricio han sido presos por su adscripción política y, en el caso de Antonio y Patricio, por su participación en el bando republicano durante la Guerra Civil. En ese periodo, ambos trabajaron en el bou “Arkale” que realizaba funciones de práctico en la Ría. Fue hundido a mediados del mes de junio del año 1937 en Portugalete coincidiendo con la entrada de los fascistas en la margen izquierda. Patricio se sumó a las milicias que huían a Cantabria, siendo detenido posteriormente en Asturias. Permaneció prisionero en el campo de prisioneros de Medina de Rioseco (Valladolid) hasta 1940.
María Soledad Moral, Patricio y el resto de la familia tuvieron que empezar de nuevo en su Portugalete natal. María Soledad muere el 7 de marzo de 1944. Patricio, viudo y con tres hijos, se casará de nuevo con Vicenta Martín Millas, natural de la provincia de Toledo y viuda de un miembro del Partido Comunista, que recaló con sus tres hijas en Portugalete huyendo de la represión de los primeros años de la dictadura franquista.
“Mi madre es una causa de la guerra. Mi madre se casa con un comunista sin ser comunista, y a mi madre la tratan como mujer de un comunista y sufre la represión…Mi madre sí sintió rechazo; mi madre se tuvo que escapar porque sintió rechazo, porque era la mujer de un fusilado en un pueblo de derechas donde a todos los de izquierdas los habían fusilado o los habían sacado del pueblo…”
Aurelio Gutiérrez, nieto de María Soledad Moral Santa Cruz, nos cuenta los acontecimientos vividos por su abuela y parte de su familia. Su interés por la Historia y por conocer más sobre su familia le ha llevado a investigar en el pasado.
“Hay que recordar. La historia es un presente…si tú no recuerdas de dónde vienes, lo que eres y a dónde vas, somos personas que no valemos para nada”.